Donde la lucidez se pierde casta
y entra en juego la locura procaz
ahí me asiento yo sola y me basta
para enloquecer al más suspicaz.
Y no me arredran sus falsos pudores
si quiero amar lo hago sin preceptos
que no soy mujer de vanos temores
y lo que siento lo vivo y aliento.
Así pues sentiré placer si quiero
seré sensual locura cotidiana
y yaceré con quien me venga en gana
Que no es más pura la que sin hacerlo
lo desea y se corroe por no tenerlo
que aquella que disfruta deseo cierto .
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