Ven a mi lecho blanco y solitario
quiero sentirte cálido en mi espalda
pegado a ella ferviente relicario
acunando a este cuerpo que te aguarda.
Ven a este lecho exhausto de mis lágrimas
y trae contigo risas y placeres
haz que sepan las sábanas que quieres
que este tálamo sea ágora alba y ubérrima.
¡Ven! que quiero yacer entre tus brazos
amantes y que tus besos me fundan
penetrando en la sima más profunda.
Ven a este lecho, ansioso y suspirado
por este anhelo dulce y postergado
de devorar la daga más fecunda...
Tálamo testigo de lágrimas y relicarios encendidos... dagas fecundas como fecundas metáforas, equilibrio entre la imagen y el sentido, te felicito.
ResponderEliminarDe pálido relicario saco una palabra ensimismada, que desnuda en un broche me sirve como llave en el bello quehacer de revivir tu voz entre guirnaldas, y sólo fue tocarla con mi beso para que fiel surgiera ardiente y plena, con la luna a su espalda, que musitaba saludos en meridiano tono, enviado antes de ti entre sus destellos...Qué hermoso fue llegar, por pura intuición CJ y encontrarme tu plena poesía y verme entre murmullos precedido por mi otra dama de arrobada alma, de mis amores sabia tejedora..................
ResponderEliminarGracias a los dos...¿Que mejor presentación se puede pedir, que tenerlos a ustedes dos comentando mis poemas?:))
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