Te siento en mi cuerpo encendido
como la lava ígnea que refresca.
Tu sexo en el mio y en la floresta
como lúbrica hierba extendidos.
Dos cuerpos se desean y se abrazan
en un ir y venir húmedo y plácido.
El roce que no cesa, trae el álgido
momento esperado que solaza.
Ese desleirnos en nuestras esencias
es la eclosión mas tierna de gozo
que me regala tu dulce presencia.
Y me rebozo en ti y me acojo
entre tus brazos, mientras nos sentimos,
uno del otro dentro en tanto, sonreímos.
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