Quiero que tomes mi cuerpo en tus manos,
y lo convenzas amor, de que existe,
sin pudores y sin temores vanos,
para que sienta que antes lo quisiste.
Solo el ardor de dos cuerpos flagrantes
que se anhelan y se necesitan
seres igneos, que la pasión excita,
con la lujuria, más itinerante.
Que tu cuerpo, sea carne que despierta
impúdica, y que el mio, sea la gruta,
que acoja lúbrica, a tu carne erecta.
Sea yo el esenciero de tu esencia
y tú, esa esencia erótica vertida,
en el cáliz de mi sexo, diluida.
Y estallemos amor
en el vértice argento del orgasmo
tú y yo esencia, tu y yo, un solo clamor
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