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jueves, 31 de marzo de 2011

Mujer cordillera




En la linde de mi piel los anhelos
esperan tus caricias turbadoras
y no corren en el reloj las horas
queriendolas sentir en su desvelo.

Esa frontera, amante de tus dedos,
se extiende en ondulante cordillera,
deseosa, de tus manos extranjeras
que la celan sabiéndola su credo;

¡Y te brinda desnuda sus vaguadas!
¡Y te reta a explorar sus angosturas!
...y te espera impaciente en su frondura.

Y sabiéndote devoto, a sus alturas
y declives, en sus dérmicas llanuras
se entrega... sensual, plácida y confiada.

2 comentarios:

  1. De lindes y bordes que nos hacen Cj y aún siempre hay gallardo aventurero que ellos explora para deleite de los vientos y las cordilleras, que bueno este soneto. Besos.

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  2. Cual sempiterno mapa, descrito sin esfuerzo por solícito amanuense, que frente a si acoge a desertados de la piel justos dolientes, tus letras plenas de mágica dulzura guían sin elongarse hacia placeres, que enfebrecidos duermen a la espera de las pieles turgentes, que les lean, les crean y les amen....

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